El lenguaje de un bebé de dieciocho meses

El bebé entiende lo que le pides si se trata de órdenes
sencillas. Escucha una historia, mirando los dibujos y nombrando los objetos
que ve y conoce. Puede avisar cuando el pañal está mojado.
El bebé reconoce a sus padres, hermanos, amigos, y otros
familiares más cercanos, si os ve en alguna fotografía. Sabe quiénes son,
incluso, es capaz de decir sus nombres.
A los 15 o 16 meses el niño se encuentra en plena etapa Holofrástica (palabra-frase). Dentro de su repertorio léxico cuenta con 5 a 15 o 20
palabras, y cada vez demostrará mayor incremento en su vocabulario por medio de
las inflexiones de su voz al querer identificar algo. Einsenson sostiene que en esta etapa surge el habla
verdadera y señala que el niño utiliza palabras para producir acontecimientos o
llamar la atención de los demás.
En algunos niños bastante adelantados, suele observarse el
empleo de algunas frases con dos palabras, principalmente de objetos o
acciones, sin descartarse en ciertos casos, también, el uso de adjetivos
(calificadores). Sin embargo, antes de ser capaz de hacer combinaciones de dos
palabras, frecuentemente seguirá empleando una sola palabra para referirse a
muchos objetos.
Esta extensión semántica en las vocalizaciones infantiles le
seguirá acompañando por largo tiempo. Pero a medida que vaya incrementando su
léxico y evolucionando su habla, irá reduciendo progresivamente tal extensión
semántica.
Desde los 16 o 17 meses hasta los dos años de edad, hará
cada vez más frecuentemente el uso de combinaciones espontáneas de varias
palabras y frases, incrementando el caudal de palabras en su expresión.
El bebé de 18 meses extiende cada vez más su repertorio
lingüístico y comienza a hacer combinaciones de dos palabras. En esta edad, la
identificación y denominación de objetos, figuras y diferentes partes del
propio cuerpo, son ejercicios muy recomendables para el desarrollo del lenguaje
verbal del niño.
Su hijo ya tiene 2 años y apenas habla. Dice unas pocas
palabras pero, en comparación con otros niños de su edad, usted cree que tiene
bastante retraso. Usted recuerda que su hermana era capaz de armar frases
completas a la misma edad. Con la esperanza de que su hijo se acabará poniendo
al día más adelante, usted pospone la búsqueda de ayuda profesional. Hay niños
que caminan muy pronto y otros que hablan muy pronto, se dice. No hay por qué
preocuparse...
Esta situación es bastante habitual entre los padres de
niños en quienes el habla se desarrolla más despacio de lo habitual. A menos
que también observen retrasos en otras áreas del desarrollo inicial del niño,
los padres pueden dudar sobre si deberían o no buscar ayuda profesional.
Algunos justifican el retraso del habla de sus hijos diciéndose a sí mismos que
"ya madurará" o que "a mi hijo le interesa más moverse que
hablar".
Conocer qué es "normal" y qué no lo es en el
desarrollo del habla y del lenguaje puede ayudarle a saber si usted debería
preocuparse o si su hijo está evolucionando según lo esperable en ambos
ámbitos.
Desarrollo normal del habla y del lenguaje
Es importante que en cada una de las revisiones médicas
sistemáticas a que se someta su hijo, hable con su pediatra sobre el habla y el
desarrollo del lenguaje del niño, así como sobre otros aspectos de su proceso
evolutivo que le preocupen. Puede ser difícil saber si su hijo solo es inmaduro
en su capacidad para comunicarse o si tiene algún problema que requeriría una
atención profesional.
Las siguientes normas de referencia sobre el desarrollo
pueden servirle de guía:
Antes de los 12 meses
Es importante observar a los niños de esta edad a fin de
detectar indicadores de que utilizan la voz para relacionarse con su entorno.
El gorgojeo y el balbuceo son las fases
iniciales del desarrollo del habla. Cuando los bebés se hacen mayores (a menudo
en torno a los 9 meses), empiezan a unir sonidos, a incorporar las distintas
entonaciones del habla y a decir palabras como "mamá" y
"papá" (aunque sin entender qué significan).
Antes de los 12 meses, los bebés deberían ser receptivos a
los sonidos y empezar a reconocer nombres de objetos de uso común (por ejemplo,
biberón, chupete, etc.). Los bebés que observan atentamente su entorno pero no
reaccionan al sonido es posible que presenten pérdidas auditivas (o
hipoacusias).
Entre los 12 y los 15 meses
Los niños de esta edad deberían tener un amplio abanico de
sonidos en su balbuceo (como p, b, m, d, o n), empezar a imitar y a aproximarse
a los sonidos y palabras que modelan los miembros de su familia y típicamente
decir una o más palabras (excluyendo "mamá" y "papá") de
forma espontánea. Los nombres suelen ser las primeras palabras que utilizan los
bebés, como "bebé" y "pelota". Su hijo también debería
entender y seguir instrucciones de un solo paso ("Por favor, pásame el
juguete" y similares).
De los 18 a los 24 meses
Aunque hay una gran variabilidad, la mayoría de los niños
dicen unas 20 palabras cuando tienen aproximadamente 18 meses y unas 50 o más
cuando cumplen 2 años. En torno a esta edad, los niños empiezan a combinar dos
palabras en frases muy simples, como "bebé llorar" o "papá
grande". Un niño de 2 años debería poder identificar objetos de uso común
(tanto cuando el objeto está presente como cuando se trata de imágenes del
objeto), señalar sus ojos, sus orejas y su nariz cuando alguien se las menciona
y seguir instrucciones de dos pasos (como "Por favor, recoge el juguete y
dámelo").



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